-El tema que nos convoca es el encontrar la forma de salir de todo esto -dijo 1-.
-Yo ya estoy harta de ir y venir, de cambiar de mundo
sabiendo que ninguno es el mío- se quejó
2.
-¡Y que lo digas!– agregó 5, -yo voy a cumplir siete
mil años!, y ya me pesa tanto viaje-.
-Pero somos nosotras mismas quienes necesitamos este
camino. No perdamos de vista la verdad de nuestra disyuntiva-, advirtió 4.
-Bien- 1 volvió a la carga –ya todas conocemos sobradamente los
pormenores, lo que debemos encontrar es la manera de terminar con este agobio-.
3 tomó la palabra para proponer incrementar el
sentimiento que las sacaría de este mundo, y, con un poco de suerte, del que
viene también.
Se produjo un silencio reflexivo entre las almas allí
reunidas. La luna llena de primavera iluminaba con su reflejo el hermoso
entorno del prado donde se hallaban reunidas.
-Si hemos de encontrar una respuesta válida que sea
con premura- dijo 4, señalando a continuación el porqué de su urgencia –Yo debo dejar mi cuerpo en poco tiempo y
ustedes bien saben como es esto. Una vez que una se fue ya hay cosas que no se
pueden hacer, y van a la cuenta de la próxima.
-Insisto- dijo 3.
-El problema- reflexionó 5 -es que cuando una es joven
no nota lo que le están echando encima para el futuro. ¡Hay! ¡Si lo hubiera
sabido hace nomás seis mil de estos años!
Pensándolo bien no sé para qué me lamento, igual no podría haber hecho nada-, agregó.
-Les recuerdo- advirtió 2 -que si alguno de nuestros
sólidos ya no se despierta, ¡a causa de nuestra ausencia!, la dueña deberá dar
cuenta por haberlo dejado antes de tiempo-.
-El mío se tomó su acostumbrado medicamento, así que
no me va a necesitar por horas- informó 4.
-Recuerdo bien cuando esto era un denso bosque y nos
reuníamos en un claro con Siete, Diez y Doce- añoró 5 -La verdad, las extraño-.
-¿Por donde andan?- preguntó 2.
-Soñando pavadas del otro lado-. Respondió 4. -Puede
que en la que viene me las encuentre-.
-¡BASTA!, dejémonos de divagar, - se molestó 1.
-¿Alguien tiene alguna idea que nos saque de esta agotadora rueda?-.
-Si me permiten-, intervino 3.
-¡TERMINALA CON ESO DE SALIR POR MEDIO EL AMOR, TRES!-
gritó 1, ya enfurecida. Dos vino a aprender liderazgo, se cebó y anima a un
político, Cuatro que tenía que practicar la entrega, se pasó de mambo, levanta
y cobra por hacerlo, Cinco venía derecho a lidiar con el desinterés, no sé que
entendió, pero tiene una cadena de financieras, y yo que traía el laburo de
predicar la paz, estoy en Bin Laden. ¿Me querés decir de donde carajo sacamos
ese amor?
Filemón
Solo
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